La crisis sísmica en la península de Reykjanes continúa. No muestra signos de debilitamiento, pero se ha intensificado durante los últimos días.
Mientras que cientos de pequeños SISMOS han estado ocurriendo cada día, varios temblores han alcanzado ya magnitudes superiores a 3, siendo el más grande un sismo de magnitud 4,3 el viernes a 6 km de profundidad a 4,3 km al NNE de Grindavík.
Se interpreta que el enjambre de sismos indica una acumulación de magma bajo el volcán Thorbjorn, que se encuentra en la zona activa de la grieta SW, donde la propagación tectónica de las placas tectónicas causa la generación de magma del manto subyacente, algo a lo que Islandia debe su existencia.
¿Habrá una erupción en un futuro próximo?
Esto está lejos de ser seguro. El modelado de la deformación del suelo detectada sugiere que el volumen de nuevo magma acumulado a poca profundidad hasta ahora es pequeño. Esto significa que al menos no se espera una gran erupción, a menos que la situación cambie. Es imposible predecir si se producirá una erupción como resultado de la reciente intrusión.
Sin embargo, a medida que los terremotos continúan, la probabilidad de una posible erupción de la grieta en esta zona también está aumentando. El gobierno mantiene un estado de alerta elevado y vigila de cerca la situación.