Las autoridades chinas han ampliado la cuarentena interna del país para incluir cuatro ciudades adicionales que comprenden aproximadamente 21 millones de personas, en un intento por detener la propagación del nuevo coronavirus.
Se han impuesto restricciones a los viajes de los residentes de Taizhou, Hangzhou, Ningbo y Wenzhou; sólo se permite que salga una persona por hogar cada dos días para ir a recoger suministros. Además, los residentes en Taizhou deben presentar una identificación cada vez que salgan de sus casas.
Las autoridades de la ciudad también han puesto controles de alquiler a los propietarios, prohibiéndoles expresamente alquilar sus propiedades a personas de «zonas gravemente afectadas como Hubei», si han viajado a sus casas en los últimos meses.
La ciudad de Hangzhou, a sólo 110 millas (177km) del principal centro de población y negocios de Shanghai, que cuenta con más de 24 millones de personas, ya tiene 200 casos confirmados de coronavirus. El uso de mascarillas en público es obligatorio y los controles de temperatura son habituales para los que se aventuran a salir.
El domingo se anunciaron medidas similares para la ciudad de Wenzhou, que restringió severamente el movimiento de sus nueve millones de residentes en un intento de frenar la propagación del virus.
Sólo en China se han confirmado por lo menos 427 muertes y más de 20.000 casos de infección por coronavirus. La mayoría de las muertes se han concentrado en Wuhan, en la provincia de Hubei, donde el brote comenzó en diciembre de 2019. La ciudad ha estado cerrada durante casi dos semanas.
Los dirigentes de China reconocieron «las deficiencias y dificultades expuestas en la respuesta a la epidemia» en un comunicado el lunes.
«Es necesario fortalecer la supervisión del mercado, prohibir decididamente y tomar medidas severas contra los mercados y el comercio ilegal de vida silvestre», dijo el Comité Permanente del Politburó, según la agencia oficial de noticias Xinhua.