El brote viral que afecta a China se ha cobrado más de 2.000 vidas, la gran mayoría en la provincia de Hubei, el epicentro de la enfermedad, según el último recuento oficial. Más de 75.000 personas han sido infectadas hasta la fecha.
Los funcionarios de salud en Hubei reportaron 132 nuevas muertes el martes, un aumento significativo desde las 93 confirmadas el día anterior. Sin embargo, mientras la cifra de muertes y enfermedades continúa aumentando en China y en otros lugares, más de 13.000 pacientes se han recuperado del contagio, incluyendo unos 8.000 en Hubei.
Mientras que los dos pacientes de coronavirus confirmados en Rusia, ambos ciudadanos chinos, se han recuperado y fueron dados de alta recientemente del hospital, Moscú anunció el martes la prohibición de viajar a los ciudadanos chinos que quieran entrar en Rusia por trabajo, turismo u otros propósitos privados. La restricción entrará en vigor a finales de esta semana.
Con el fin de «mitigar la escasez mundial» de ciertos suministros necesarios para combatir el brote, la Organización Mundial de la Salud anunció que pronto se enviarían unos 12.000 kg de equipo de protección a «países prioritarios». El equipo se enviará a 21 naciones, según el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien señaló que en las próximas semanas se realizará un segundo envío a otros 106 países.
Los casos confirmados a bordo de un crucero puesto en cuarentena frente a la costa de Japón se han disparado a 542 después de la última ronda de pruebas, en la que se encontraron 88 infecciones adicionales. El barco transporta unos 3.700 pasajeros y se ha convertido en el mayor epicentro del virus mortal más allá de China. Alrededor de 300 estadounidenses fueron evacuados del barco el lunes en un vuelo de emergencia organizado por el Departamento de Estado y están ahora en cuarentena. Catorce de ellos han dado positivo en las pruebas de la enfermedad, aunque no mostraron ningún síntoma en el vuelo de regreso a los EE.UU. y fueron aislados del resto de los pasajeros.