La plaga de langostas que asola el África oriental se ha extendido al Congo, lo que constituye la primera vez que se han visto en el país insectos que pican la cosecha en 75 años.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación dijo que el grupo de langostas del desierto llegó el viernes a la costa occidental del lago Alberta, cerca de la ciudad de Bunia.
Desde que desovaron en la frontera entre Etiopía y Somalia, los vientos han arrastrado a los enjambres hacia el interior, donde desde entonces han abierto un camino de destrucción a través de los pastos de Kenia, Djibouti, Eritrea, Tanzania, Sudán y el sur de Sudán.
Los gobiernos se esfuerzan por evitar que los miles de millones de enjambres -comparables a los de ciudades del tamaño de Moscú- agraven la hambruna de la población.
Los países han empleado aviones y el ejército para fumigar las plantas, mientras que los locales desesperados han empleado tácticas como golpear las ollas y sartenes o dispararles.
El peor brote que ha enfrentado África oriental en 70 años se extendió la semana pasada al Sudán meridional, donde más de la mitad de la población ya pasa hambre tras años de sangrienta guerra civil.
Los insectos pueden destruir las cosechas y devastar los pastos para los animales, y los expertos han advertido que el brote está afectando a millones de personas ya vulnerables en toda la región.
El gobierno de Uganda dijo el martes que estaba tratando de contener un gran enjambre y que necesitaría más recursos para controlar la infestación que se ha extendido a más de 20 distritos en el norte.
Los soldados han estado luchando contra los enjambres utilizando bombas de pulverización de mano, mientras que los expertos han dicho que la pulverización aérea es el único control efectivo.
La ONU ha aumentado recientemente su llamamiento de ayuda de 76 millones de dólares a 138 millones, diciendo que la necesidad de más ayuda es urgente.
Los expertos han advertido que el número de langostas, si no se controla, podría crecer 500 veces para junio, cuando se espera un clima más seco en la región.
El cambio climático ha contribuido a este brote, ya que el calentamiento del Océano Índico significa que la región se verá afectada por ciclones tropicales más poderosos.
Un ciclón ocurrido a fines del año pasado en Somalia trajo fuertes lluvias que alimentaron la vegetación fresca para alimentar a las langostas que fueron arrastradas por el viento desde la Península Arábiga.
Una nueva generación de langostas ha estado creciendo en el desierto de Somalia en las últimas semanas, preparándose para emprender el vuelo cuando la próxima ola se dirija hacia Kenya, Etiopía y más allá.
Ha habido seis grandes plagas de langostas del desierto en el siglo XX, la última de las cuales fue en 1987-89. La última gran oleada fue en 2003-05.