Los astrofísicos creen que la materia oscura constituye hasta el 23 por ciento de nuestro universo y desempeña un papel crucial en su evolución, pero es invisible, ya que no emite, refleja o absorbe la luz. La detección y el origen de la materia oscura es un enigma que ha desconcertado a los científicos durante muchos años.
Un nuevo estudio sugiere que la respuesta al misterio de la materia oscura podría estar justo bajo nuestros pies. Según la investigación realizada por un equipo internacional de científicos, las Partículas Masivas Débilmente Interactivas (WIMPs), consideradas por la comunidad científica como los candidatos más prometedores para la materia oscura, deberían buscarse en los antiguos minerales enterrados en las profundidades del subsuelo.
Se supone que si la materia oscura consiste en WIMPs, entonces ocasionalmente interactúa con la materia normal (materia visible) a través de una fuerza nuclear débil. Esta interacción incluye la transmisión de energía de las partículas de materia oscura a las partículas normales. Sin embargo, la cantidad de energía es extremadamente pequeña y se cree que tales ocasiones son muy raras. Esto significa que para que los científicos puedan detectar la materia oscura, tienen que construir enormes detectores, lo que requiere mucho dinero, o esperar cientos de años para detectar esta interacción.
Además, estos gigantescos detectores deben ser enterrados profundamente bajo tierra, porque otras partículas más energéticas como los rayos cósmicos causan patadas similares.
Según el nuevo estudio, los investigadores pueden ahorrar tiempo y dinero si utilizan la corteza de la Tierra como un detector de materia oscura. Los científicos dicen que los minerales antiguos pueden servir como paleo detectores. Creen que las interacciones entre la materia oscura y la normal podrían haber cambiado la composición química de los minerales. El hecho de que estos minerales hayan estado allí durante millones de años -mucho más tiempo del que los científicos han estado estudiando la cuestión de la materia oscura- significa que podrían haber «observado» numerosas interacciones.
Sin embargo, los cambios en la composición química también podrían haber sido causados por la desintegración radiactiva, un proceso natural que ocurre en todas las rocas de la Tierra, por lo que los científicos sugieren que se estudien los minerales de la corteza oceánica, que es más pura.