Nueva Zelanda y su país vecino Australia han prohibido la entrada a todos los extranjeros en un intento de detener la propagación del coronavirus en las naciones oceánicas, ya que el número de víctimas de COVID-19 a nivel mundial sigue aumentando.
La Primera Ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha anunciado que su país debe prepararse para el auto-aislamiento en medio de la nueva pandemia de coronavirus.
El lunes, el primer ministro Andern también elevó la alerta nacional en un nivel hasta el nivel de alerta tres, con efecto inmediato, mientras que después de 48 horas Nueva Zelanda pasará a su nivel de alerta más alto.
«La trayectoria es muy clara: actuar ahora o arriesgarse a que el virus se arraigue como lo ha hecho en otras partes. Actualmente tenemos 102 casos, pero también lo hizo Italia una vez, ahora el virus ha desbordado su sistema de salud y cientos de personas mueren cada día», dijo Ardern.
El nivel de alerta dos, que se había mantenido hasta ahora, significaba que la propagación del coronavirus seguía contenida.
Más de la mitad de los casos confirmados en Nueva Zelanda fueron importados, señaló el Ministerio de Salud, lo que significa que fueron identificados en las llegadas de otros países.
A nivel mundial, el número de casos de coronavirus ha superado los 294.000, con más de 12.700 muertes registradas hasta ahora, según la última actualización de la situación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).