La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha advertido que los países de África oriental que se enfrentan a nubes de langostas del desierto pueden ver su seguridad alimentaria aún más amenazada, ya que los envíos internacionales de plaguicidas se han retrasado debido al nuevo coronavirus COVID-19.
A partir de finales del año pasado, Kenya, Somalia y Etiopía figuraban entre los muchos países afectados por las masivas nubes de langostas del desierto que aparecieron después de una temporada de ciclones particularmente húmeda.
En un intento por prepararse para la siguiente ola de langostas del desierto, los tres países han estado rociando los cultivos con pesticidas. Sin embargo, las existencias de los repelentes -en particular en Kenya- se están agotando, y tanto el transporte como la producción se han visto interrumpidos debido a las restricciones de COVID-19.
«Si fracasamos en las actuales operaciones de control [regional], debido a la falta de plaguicidas, entonces podríamos ver a 4 millones más de personas luchando para alimentar a sus familias», dijo el jueves a Reuters Cyril Ferrand, el jefe de resiliencia de la FAO para África Oriental. Señaló que las existencias de plaguicidas en Kenya se agotarán en los próximos días.
Para empeorar las cosas, la ONU reveló el mes pasado que la langosta del desierto, que puede comer diariamente el equivalente a su masa corporal en alimentos frescos, puede poner en peligro la seguridad alimentaria de unos 25 millones de personas debido a las condiciones favorables de reproducción.
«Son muy activas, muy voraces y muy móviles», dijo Ferrand, refiriéndose a la segunda ola de langostas.
«Si no tenemos pesticidas, nuestros aviones no pueden volar y la gente no puede fumigar, y si no somos capaces de controlar estos enjambres, tendremos grandes daños en los cultivos».
El funcionario de la FAO dijo que la organización está intentando ahora obtener plaguicidas para Kenya de una fuente local. Al igual que Kenya, Somalia también está experimentando retrasos en los envíos, según Ferrand, quien también señaló que Etiopía pudo recibir los productos químicos necesarios antes de que los envíos se vieran perturbados.
Si bien la FAO ha podido recaudar 111 millones de dólares de su objetivo de 138 millones de dólares, la tasa de contribuciones para combatir las nubes de langostas ha disminuido considerablemente en las últimas semanas, y sólo se han prometido 6 millones de dólares adicionales desde mediados de marzo.