Ya se han identificado más de 650.000 casos del nuevo coronavirus COVID-19 en los Estados Unidos, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland.
Según los datos compilados por la universidad médica, en los Estados Unidos se han identificado 653.825 casos de la enfermedad respiratoria COVID-19, causada por el virus SARS-CoV-2.
De las personas infectadas, más de 104.000 han sido hospitalizadas y más de 28.000 han muerto. Sin embargo, otras 47.000 se han recuperado de la enfermedad.
El brote en los EE.UU. ha superado con creces a cualquier otro país, y en los EE.UU., la mayoría de los casos han permanecido en el área metropolitana de la ciudad de Nueva York, con el Estado de Nueva York por sí mismo teniendo más casos que el segundo país más infectado después de los EE.UU. – España.
A pesar de la increíble propagación y el número de muertes, los miembros del Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se han mantenido optimistas en cuanto a que los esfuerzos nacionales de mitigación están frenando con éxito la propagación del virus, y Trump ha dicho que espera que algunas partes del país vuelvan a abrirse desde el cierre a principios del mes próximo y procedan por fases. El presidente ha prometido más detalles sobre este proceso en una conferencia de prensa el jueves.
Nombró una lista de 65 legisladores federales que se asociarán con su administración en un «Grupo Congresional para la Apertura de América», la mayoría de los cuales son de su propio partido republicano. Ni la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi (D-CA) ni el líder de la minoría del Senado Chuck Schumer (D-NY) están entre las filas.
La CBS obtuvo y publicó las directrices de las tres fases el jueves. El documento dice que está «basado en datos actualizados y listos», que «mitiga el riesgo de resurgimiento» y «protege a los más vulnerables», añadiendo que las directrices son «implementables en todo el estado o en cada condado a discreción de los gobernadores».
Trump había afirmado anteriormente que tenía autoridad «absoluta» para obligar a los estados de EE.UU. a reabrir, a pesar de los planes de sus gobernantes en sentido contrario.