Un nuevo estudio muestra que el microbio Microsporidia MB bloquea la propagación de los parásitos de la malaria en los mosquitos.
Los científicos han descubierto un nuevo microbio que protege a los mosquitos de ser infectados por el paludismo, un hallazgo que podría ser un avance significativo en la lucha contra la propagación de la enfermedad, que se propaga a los seres humanos a través de las picaduras de mosquitos.
La investigación publicada el lunes por la revista Nature Communications reveló que ninguno de los mosquitos examinados alrededor del Lago Victoria en Kenia, en los que se encontró un microbio llamado Microsporidia MB, tenía el parásito del paludismo.
El hallazgo del microbio, que vive en las entrañas y los genitales de los mosquitos, podría ser un descubrimiento importante, ya que evitar que los mosquitos se infecten significa proteger también a los humanos.
Los científicos todavía están tratando de entender cómo la Microsporidia realmente bloquea el parásito de la malaria.
El estudio sugiere que el microbio podría estar potenciando el sistema inmunológico de los mosquitos para combatir el parásito. Otra posibilidad podría ser que el microbio impacte en el metabolismo de los insectos hasta el punto de hacerlo inhóspito para el parásito.
«Hay algunas características que encontramos en este microbio que nos dan algunas pistas de lo que podríamos utilizar para sacarlo ahí fuera», dijo a Al Jazeera el investigador científico Jeremy Herren del Centro Internacional de Fisiología y Ecología de los Insectos y el Centro de Investigación de Virus de la Universidad de Glasgow.
«Esa es la transmisión vertical, lo que significa que un mosquito madre infecta a todas sus crías insertando el microbio en sus huevos».
Si bien la distribución en gran escala de mosquiteros tratados con insecticidas a la población del África subsahariana en los últimos 15 años ha contribuido a reducir en un 40% el número de casos de paludismo, el estudio señala una reciente meseta de casos para indicar que las medidas de control actuales son insuficientes y que se necesitan nuevas estrategias para seguir frenando la enfermedad.
El paludismo mata a más de 400.000 personas al año, la mayoría de ellas niños menores de cinco años, según la Organización Mundial de la Salud.
Hace dos semanas, advirtió que si la atención prestada a la reducción de la propagación del nuevo coronavirus conduce a una reducción del 75% en el acceso a los medicamentos antipalúdicos, las muertes podrían llegar a 769.000.