Nuestro universo sigue siendo un misterio en muchos aspectos. Lo que se sabe hasta ahora es que alrededor del 95% de él consiste en energía oscura y materia pegando galaxias. El resto se atribuye a la llamada «materia normal», pero los científicos han estado luchando durante mucho tiempo para detectar todos los lugares donde se puede encontrar.
Los investigadores han logrado localizar y calcular la densidad de la «materia normal» – la que compone los planetas y las estrellas – utilizando estallidos rápidos de radio (FRB) que vienen de galaxias distantes en forma de pulsos, según reveló un nuevo estudio publicado en Nature.
Hace varias décadas, los astrónomos predijeron que el 5% de nuestro universo consistía en esta materia normal o «bariónica», pero sólo la mitad de esta sustancia era fácilmente observable con la ayuda de los telescopios tradicionales, lo que llevó al llamado «problema del barión perdido». Ahora, el estudio de los FRB y su dispersión ayudó no sólo a ponderar la densidad de este material sino también a probar que ha sido ocultado en el espacio intergaláctico.
«Sabemos por las mediciones del Big Bang cuánta materia había en el comienzo del Universo. Pero cuando miramos en el Universo actual, no pudimos encontrar la mitad de lo que debería haber allí. Fue un poco embarazoso», explica Jean-Pierre Macquart, el autor del artículo, un astrónomo del Centro Internacional de Investigación Radioastronómica.
«El espacio intergaláctico es muy escaso. La materia que faltaba equivalía a sólo uno o dos átomos en una habitación del tamaño de una oficina promedio. Así que fue muy difícil detectar esta materia usando técnicas tradicionales y telescopios».
Las ráfagas de radio rápidas en sí mismas siguen siendo un fenómeno misterioso, pero cuando se conoce su fuente, no es difícil utilizar una técnica de cálculo de baja frecuencia relacionada para estudiar el interior de nuestro universo, señalan los investigadores. Sólo se necesitaron seis FRBs para localizar la materia perdida y coincidir con las predicciones iniciales de los científicos sobre la ubicación de la materia, hechas a principios de los años 90.
Sin embargo, ¿qué pasa con el resto del espacio cósmico? Según algunos astrónomos, la mayor proporción de nuestro universo, alrededor del 68%, consiste en energía oscura que le ayuda a expandirse, mientras que el 27% es materia oscura.