En la isla de Unalaska, en Alaska, se encuentra Makushin. Este volcán está cubierto por una gruesa capa de hielo y nieve. Y aunque no está lejos, y es extremadamente inaccesible. Sin embargo, como parte de su misión, el Observatorio de Volcanes de Alaska debe estar atento a las señales de que este volcán podría estar volviendo a la vida.
Makushin es un volcán con una historia muy ocupada y a veces violenta. La última erupción conocida del volcán de la caldera fue en 1995; en los últimos siglos, el Makushin ha producido al menos una docena de explosiones. Algunas de estas erupciones fueron tan grandes como la VEI 3 (algo cercano al mismo tamaño de las erupciones de 2010 en el Monte Merapi en Indonesia).
Si retrocedemos lo suficiente, Makushin ha generado erupciones aún más grandes, incluyendo una explosión de VEI 5 que creó la caldera hace unos 8.000 años. Una erupción como esa es más parecida al Monte Santa Helena en mayo de 1980. Esto significa que vigilar cualquier inquietud en el Makushin (y otros volcanes aleutianos como éste) es importante, tanto para la gente en tierra como para la gente que vuela sobre la región hacia Asia y de regreso.
AVO ha elevado el estado de alerta a «amarillo» (el segundo nivel más bajo de los cuatro) en Makushin. En los últimos días, los sismómetros del volcán han detectado varios terremotos M3-4 bajo el volcán, una señal potencial de que el volcán podría estar despertando de unas pocas décadas de tranquilidad. Ni los satélites ni las cámaras web que apuntan al volcán han visto ninguna pluma, por lo que no parece que haya habido ninguna erupción hasta ahora.
Sin embargo, una vez que las señales empiecen a aparecer, las agencias de vigilancia del volcán, como AVO, necesitan correr la voz para que los encargados de la emergencia puedan prepararse. Podría ser para los pueblos cercanos a Makushin, como Dutch Harbor, o las aerolíneas que vuelan sobre la zona. Aún así, es más que probable que estos disturbios no conduzcan a una nueva erupción, pero es mucho mejor ser demasiado cauteloso que demasiado arrogante cuando se trata de los peligros. Ahora podemos ver las señales mucho más rápido, y esperamos mantener a la gente más segura.