Estambul ha sido asediada por el mal tiempo, con grandes partes de la ciudad inundadas, otras azotadas por vientos feroces o grandes olas, esporádicas tormentas de granizo que obligan a los residentes a ponerse a cubierto, y para colmo, un temible tornado.
A pesar de las advertencias de la Dirección General de Meteorología de Turquía, los aproximadamente 16 millones de residentes de Estambul no podían imaginar la avalancha de mal tiempo que les esperaba el martes.
Un raro tornado se formó en los distritos occidentales de la ciudad, capturado en toda su terrible gloria por los residentes que ya huían de las lluvias torrenciales y las violentas tormentas de granizo.
Los distritos Sultangazi y Gaziosmanpaşa de la ciudad se inundaron, y se informó de graves inundaciones en el distrito central de Kagithane. Los ciudadanos asediados corrieron en busca de refugio cuando las inundaciones repentinas dejaron coches abandonados flotando por las calles.
Olas gigantescas azotaron las zonas costeras de Yenikapı y Maltepe, en lados opuestos de la ciudad, mientras la naturaleza descargaba toda su furia en el Bósforo, que estaba en guerra.
No hubo informes de muertes o lesiones graves, aunque un reportero meteorológico local fue golpeado por escombros voladores según los medios de comunicación turcos.