El ejército estadounidense está desplegando un número «sin precedentes» de soldados en la región de Asia y el Pacífico, informó el martes la AFP, citando a un alto funcionario chino.
«El despliegue militar estadounidense en la región de Asia-Pacífico no tiene precedentes», dijo a AFP Wu Shicun, presidente del Instituto Nacional de Estudios del Mar del Sur de China, un centro de estudios del gobierno chino.
«La posibilidad de un incidente militar o de un disparo accidental está aumentando», añadió Wu, cuyo think tank publicó recientemente un informe sobre la presencia militar estadounidense en la región.
Wu señaló además a la salida que los EE.UU. ha desplegado alrededor de 375.000 soldados y alrededor del 60% de sus buques de guerra a la región del Indo-Pacífico, incluyendo tres de sus portaaviones.
El funcionario también señaló que durante la administración Obama, la Marina de los EE.UU. completó cuatro operaciones de libertad de navegación (FONOP) – en las que los buques navegan a través de las vías navegables en disputa de acuerdo con el principio de las Naciones Unidas de que esas zonas son aguas internacionales – en el Mar de China Meridional, donde hay varias disputas territoriales entre países como China, Vietnam, Filipinas y Malasia. Bajo la administración de Trump, ha habido 22 FONOPs en la región hasta ahora, dijo Wu.
En su reciente informe, el Instituto Nacional de Estudios sobre el Mar de China Meridional recomienda que los militares chinos y estadounidenses «intensifiquen la comunicación» para «evitar malentendidos y errores de cálculo estratégicos».
Sin embargo, el informe de Wu también señaló que China no «prevé un nuevo frío o calor con los EE.UU.» pero advirtió que «el deterioro de las relaciones militares aumentaría sustancialmente la posibilidad de un incidente peligroso, un conflicto o incluso una crisis».
Las relaciones entre los EE.UU. y China se han deteriorado en los últimos meses, especialmente en el marco de la pandemia COVID-19, ya que el Presidente de los EE.UU. Donald Trump ha acusado repetidamente a Pekín de no haber detenido eficazmente la propagación del virus.
Además, las prolongadas acusaciones de Trump contra China por prácticas comerciales desleales y robo de propiedad intelectual le llevaron a emprender una guerra comercial contra el país a partir de 2018. En enero de 2020, después de meses de aranceles «ojo por ojo», los Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo comercial de primera fase destinado a poner fin al conflicto.
(Imagen superior de portada ; Buque de guerra de EE.UU navegando en aguas nacionales )