(Imagen de portada Cría masiva de pollos en una granja especializada (RyanJLane / Getty)
El brote de coronavirus obligó a los hoteles de la capital Addis Abeba a cerrar sus puertas. Los cierres provocaron un colapso en la demanda de productos avícolas.
EthioChicken, uno de los mayores proveedores de aves de corral de Addis Abeba, dijo que tuvo que matar cerca de 650.000 pollos en cinco semanas durante mayo y junio.
Y estimó que millones habían sido destruidos en toda Etiopía.
Fseha Tesfu, que está a cargo de la comercialización en EthioChicken, dijo: «También tuvimos que sacar algunos huevos de nuestra incubadora, para poder destruirlos como huevos en vez de como polluelos».
La caída de la demanda de productos avícolas también está causando desempleo.
(Imagen: GETTY)
El veterinario Meba Gabriel Estifanos, dueño de una granja en Addis Abeba, dijo: «Este sector solía emplear a un vasto grupo de la sociedad en diferentes regiones del país, ya sea a los jóvenes o a las mujeres, en todo tipo de grupos de edad.
«Ahora, debido a que no recibimos pollitos de un día, ya que la cadena de suministro está totalmente interrumpida, la sociedad empleada por el sector no está trabajando en absoluto.»
El sector hotelero ha sido muy afectado y no ha podido pagar al personal.
Bantayehu Wolde-Michael, gerente del Capital Hotel en Addis Abeba, dijo: «Si no estamos trabajando, es difícil para nosotros pagar a nuestros empleados.»
Etiopía ha confirmado 9.503 casos de coronavirus y 167 muertes, según las últimas cifras.
Los informes de la matanza de pollos llegan cuando un matadero alemán fue autorizado a reanudar el empaquetado y procesamiento de carne la semana pasada tras un brote de coronavirus.
El matadero de Toennies fue cerrado en junio después de que más de 1.500 trabajadores resultaran positivos para el coronavirus.
Se le permitió reanudar el sacrificio de animales el jueves pasado.
El brote provocó el cierre de 600.000 personas en la región circundante de Guetersloh, que ahora se ha levantado.
Las nuevas medidas de higiene incluyen cambios en el sistema de ventilación, el uso obligatorio de mascarillas y pruebas regulares de coronavirus.
La planta normalmente sacrifica y procesa alrededor del 14 por ciento de los cerdos de Alemania.
El cierre causó una fuerte caída en los precios de la carne de cerdo alemana.