(Imagen de portada plaga langostas áfrica Archivo)
Un enjambre de langostas se está desplazando hacia el oeste desde el Cuerno de África hasta el Sahel, que es la zona de transición entre el desierto del Sahara y las regiones ecuatoriales de África, uno de los lugares más inseguros del mundo para la seguridad alimentaria.
Miles de millones de langostas del desierto podrían crear una crisis alimentaria en una zona en la que millones de personas dependen de la alimentación, han advertido las Naciones Unidas. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, dijo en un comunicado: «Hemos sido testigos de la amenaza sin precedentes que la langosta del desierto supone para la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia en África oriental, y estamos haciendo todo lo posible para evitar que se repita una crisis similar en la región del Sahel, que ya está experimentando varias crisis en curso». La región del Sahel se enfrenta periódicamente a episodios de hambruna y escasez de alimentos cada pocos años.
Se ha predicho que el calentamiento global afectará a esta región de la peor manera.
La zona ya ha experimentado una desertificación generalizada y, debido al cambio climático, está causando lluvias cada vez más impredecibles.
Además de la inseguridad ecológica, la situación política de la región es precaria.
Los grupos yihadistas se extienden por Malí, Burkina Faso, el Níger y el Chad, desplazando a millones de personas.
Los agricultores también están siendo desplazados por los militantes, lo que empeora la situación de la seguridad alimentaria.
En el Sahel, hay ahora 4,8 millones de personas en estado de privación de alimentos según el Programa Mundial de Alimentos.
Muchas más personas, incluso el triple, podrían caer en una grave inseguridad alimentaria debido a la crisis económica del coronavirus.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación dijo que las langostas del desierto, son «la plaga migratoria más destructiva del mundo».
La afluencia de insectos podría empeorar la situación.
Las langostas ya han plagado vastas franjas de Etiopía, Somalia, Kenya y el Yemen desde principios de año.
Un enjambre puede contener 80 millones de langostas.
Pueden devorar tanta comida como 35.000 personas y volar de 30 a 80 millas en un día.
La FAO añadió: «A menos que llueva más en el desierto del Sudán, lo que proporcionará condiciones favorables para la reproducción de las plagas, las langostas no permanecerán en el Sudán por mucho tiempo».
«En cambio, se desplazarán hacia el oeste a través del Sahel de África occidental en busca de alimentos y zonas de reproducción favorables».