Un objeto no identificado fue visto en curso de colisión con la Tierra, disparando la alarma entre los especialistas en defensa planetaria. Afortunadamente, el objeto fue identificado antes de que se tomaran medidas drásticas de emergencia.
Dada la cantidad de rocas espaciales que salen disparadas de nuestro patio trasero cósmico cada semana, no es sorprendente que un objeto no identificado que se haya visto y que se dirija a la Tierra dé la alarma. El Catalina Sky Survey de la Universidad de Arizona, financiado por la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA (PDCO), vio el OVNI a finales del 25 de agosto
El avistamiento fue corroborado por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides de la Universidad de Hawai.
Después de hacer algunos cálculos y consultar tomos antiguos de los años 60, los especialistas habían resuelto el caso. El OVNI era, de hecho, el Observatorio Geofísico en Órbita 1 (OGO-1) de la NASA, que se dirigía a casa después de 56 años en el espacio.
Habiendo llegado a la órbita en septiembre de 1964, el satélite se quemó inofensivamente en la atmósfera, haciendo llover escombros ardientes sobre el Océano Pacífico a unos 160 kilómetros al sudeste de Tahití, en la Polinesia Francesa, el sábado 26 de agosto a las 20:44 UTC, según la NASA.
OGO-1, junto con otros cinco satélites, fue lanzado para trazar y estudiar la magnetosfera de la Tierra, la atmósfera, la relación de la Tierra con la Luna y el impacto de los rayos del Sol en el espacio que rodea nuestro planeta.
Su función comenzó a disminuir después de cinco años en el espacio, momento en el que se tomó la decisión de ponerlo en modo de espera en noviembre de 1969, antes de ser retirado del servicio dos años más tarde.
En este punto, el satélite de 487 kilos se unió a los miles de otros fragmentos de chatarra espacial que obstruían el patio trasero de la Tierra.
Luego procedió a caer muy lentamente de vuelta a la Tierra gracias a su órbita excéntrica, que lo acercó lo suficiente para que la gravedad de la Tierra lo convenciera de volver a bajar en un resplandor de gloria la semana pasada.
A pesar de ser el primero de los seis satélites OGO lanzados, fue el último en bajar, los otros cinco se quemaron al reingresar entre 1972 y 2011, y sus desechos cayeron inofensivamente al océano.