(FOTO DE DE ARCHIVO. © Getty Images / JUAN GARTNER)
Se espera que un asteroide descubierto el viernes pasado roce la Tierra esta semana, acercándose más que la mayoría de los satélites de televisión y meteorológicos, en otro recordatorio más de las amenazas potenciales de las rocas espaciales entrantes.
El asteroide 2020 SW fue avistado por primera vez el 18 de septiembre por el Mount Lemmon Survey en Arizona y anunciado el 19 de septiembre por el Centro de Planetas Menores, que recibe fondos de la NASA para ayudar en el monitoreo de la defensa planetaria.
El dinero parece bien gastado: el centro ha anunciado el descubrimiento de 244 objetos cercanos a la Tierra sólo en septiembre.
Se estima que el 2020 SW pasará a las 7:18 am EDT (11:18 UTC) este jueves 24 de septiembre a una distancia de 16.700 millas (27.000 km) y una velocidad de 17.200 millas por hora (27.720 km/h, o unos ocho kilómetros por segundo. Las balas viajan a unos 2.736 km/h).
Como referencia, la Luna orbita la Tierra a una distancia media de 384.000 km, mientras que los satélites de televisión y meteorológicos orbitan típicamente a 35.888 km por encima de nosotros.
Se estima que la roca recién descubierta mide entre el doble del tamaño de Shaquille O’Neal (4,5 metros) y casi cinco veces el tamaño de André el Gigante (10 metros).
A pesar de su proximidad, el 2020 SW no será visible a simple vista, aunque cualquiera con un telescopio de seis u ocho pulgadas de diámetro, o mayor, podrá vislumbrar al visitante inesperado si acierta en el momento oportuno.
Se espera que sobrevuele Australia o Nueva Zelanda y alcanzará una magnitud de alrededor de 13 a 13,5 justo antes del amanecer del jueves, aunque algunas estimaciones dicen que podría llegar aproximadamente media hora antes de lo esperado.
El sitio web del Telescopio Virtual muestra una transmisión en vivo a partir de las 18:00 EDT (22:00 UTC) del miércoles 23 de septiembre.
Los primeros cálculos estiman que esta nueva roca espacial orbita alrededor del Sol cada 372 días. A pesar de que su órbita es tan similar a la de la Tierra, no se espera que la roca espacial impacte en nuestro planeta en un futuro próximo – no en los próximos 50 años por lo menos. No volverá a estar tan cerca de nosotros hasta el 3 de junio de 2029.