Las islas Kuriles están situadas en una zona de actividad sísmica conocida como el Anillo de Fuego, que se ve afectada regularmente por fuertes terremotos. El 5 de noviembre de 1952, el terremoto de magnitud 9.0 desencadenó un enorme tsunami que devastó la ciudad de Severo-Kurilsk, dejando más de 2.300 personas muertas.
Un temblor de magnitud 5.0 ocurrió el domingo por la tarde en la costa de la isla norteña de Kuril, en Paramushir, según el servicio Eqalert.
Al mismo tiempo, el Servicio Geofísico Unificado de la Academia Rusa de Ciencias, ha informado que la magnitud del terremoto fue de 5.4. El epicentro se situó a 69 kilómetros de la isla de Onekotan y a 180 kilómetros al este de la isla de Matua.
Las islas están deshabitadas, pero de vez en cuando se envían a ellas expediciones, incluidas las de la Sociedad Geográfica Rusa.