Casi 100.000 niños menores de cinco años corren el riesgo de morir en el Yemen mientras el país se desliza de nuevo hacia una crisis de hambre.
Un análisis de los organismos de las Naciones Unidas indica que la pandemia del coronavirus, los problemas económicos y el conflicto han provocado los niveles más altos de malnutrición jamás registrados en algunas partes del país.
La desnutrición grave en el sur de Yemen ha aumentado en un 10% este año, según el estudio, pero se elevó al 15% entre los menores de cinco años.
«Yemen está al borde de una crisis catastrófica de seguridad alimentaria. Si la guerra no termina ahora, nos acercamos a una situación irreversible y corremos el riesgo de perder toda una generación de niños pequeños de Yemen», dijo Lise Grande, la coordinadora humanitaria de la ONU para el país.
«La desnutrición aguda entre los niños está alcanzando los niveles más altos que hemos visto desde que comenzó la guerra».
Grande dijo que hasta el año 2020 ha habido dos años de progreso contra la hambruna que se ha cernido sobre Yemen a lo largo de la guerra.
Hasta una cuarta parte de los niños se vieron afectados en algunas de las zonas más afectadas, como Hodeidah y Taiz, focos de conflicto.
Las Naciones Unidas también advirtieron que al menos un cuarto de millón de mujeres lactantes necesitaban tratamiento para la malnutrición. Ha pedido 50 millones de dólares (38,5 millones de libras esterlinas) para reforzar los programas de nutrición, así como el apoyo en materia de agua, salud y saneamiento.
El representante de Yemen en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Dr. Hussein Gadain, dijo que es necesario trabajar en la protección de los medios de vida y en el restablecimiento de las cadenas alimentarias del país.
«El empeoramiento de la situación nutricional que se señala en este último análisis pone de relieve la urgente necesidad de garantizar que todas las niñas, niños, mujeres y hombres yemeníes tengan acceso a una dieta saludable y diversa, ahora y en el futuro», dijo Gadain.
Oxfam también advirtió esta semana que la financiación de los donantes se ha desplomado, no alcanzando los objetivos que se habían fijado desde que el conflicto se intensificó en 2015.
La ONU dijo en agosto que se estaba viendo obligada a cerrar más de un tercio de sus principales programas porque no se habían entregado los fondos prometidos.
(Imagen de portada ; Una mujer con su hijo en la sala de desnutrición del hospital al-Sabeen en Saná, Yemen, el 11 de septiembre de 2018. Khaled Abdullah / Reuters)