El gobierno regional de Tigray dijo en un comunicado que tales ataques continuarán «a menos que los ataques contra nosotros cesen». El gobierno federal dijo que los aeropuertos de Gondar y Bahir Dar fueron dañados en las huelgas del viernes. Es la continuación de los mortales combates que estallaron en la región septentrional de Tigray el 4 de noviembre, en los que, según se informa, murieron cientos de civiles tanto del lado del gobierno federal como del regional. Ya hay 17.000 refugiados que han huido al vecino Sudán y han dado la alarma sobre una posible guerra civil en el corazón del Cuerno de África. La situación se ha venido deteriorando desde septiembre en medio de un resurgimiento de la lucha entre el gobierno federal y el llamado Frente de Liberación Popular Tigre (TPLF).
Este ejército guerrillero y partido político del norte de Etiopía ha sido clasificado como grupo terrorista desde 1991 y está ignorando la cancelación temporal de las elecciones debido al coronavirus.
A principios de este mes, el primer ministro Abiy Ahmed ordenó una operación militar contra el TPLF después de un ataque contra un campamento militar que albergaba tropas federales.
Ahora aumenta la preocupación por la aparente decisión del TPLF de atacar a civiles. La semana pasada, Amnistía Internacional advirtió que cientos habían sido «apuñalados o cortados hasta la muerte» en la ciudad de Mai-Kadra.
Varios ataques con cohetes alcanzaron las ciudades de Bahir Dar y Gondar, en el estado de Amhara, dijo ayer el grupo de trabajo de emergencia del gobierno etíope, con un cohete que impactó en el aeropuerto de Gondar.
Otro se perdió por poco el aeropuerto de Bahir Dar.
Ambos son utilizados por aviones militares y civiles. Lo más importante es que se considera que presentan una ampliación geográfica del conflicto que hasta ahora se ha contenido en el norte.
Un portavoz del gobierno dijo: «La junta del TPLF está utilizando lo último en armamento de sus arsenales».
El TPLF no ha reivindicado la responsabilidad, pero dijo: «Cualquier aeropuerto utilizado para atacar Tigray es un objetivo legítimo».
El TPLF jugó un papel fundamental en el derrocamiento del líder marxista Mengistu Haile Mariam en 1991.
Pero ha visto su fuerza disminuida desde 2018 por la capacidad de Abiy de impulsar importantes reformas anticorrupción, por las que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió recientemente que «la estabilidad de Etiopía es importante para toda la región del Cuerno de África».
(Imagen de portada vía Agencia Migración masiva a Sudán de etíopes en pleno conflicto en Tigray.)