Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se preparan para un posible ataque de EE.UU. a Irán antes de que el presidente Donald Trump deje el cargo, viendo su período de baja como un momento «muy sensible», según varios informes recientes.
El gobierno israelí ha dado instrucciones a las FDI para que elaboren planes en caso de que Trump ordene un ataque preventivo contra la República Islámica, que potencialmente podría tener como objetivo la infraestructura nuclear del país, informó el miércoles el periodista Barak Ravid en Axios, citando a altos funcionarios anónimos de Tel Aviv.
Los preparativos están vinculados no sólo al posible ataque en sí, sino a las represalias que podría provocar de Irán, que podría tratar de responder utilizando los combatientes desplegados en Siria, el Líbano y la Franja de Gaza, dijeron los funcionarios a Ravid. Sin embargo, el periodista señaló que los planes no eran el resultado de ninguna inteligencia específica que indicara que se había ordenado un ataque de este tipo, y que los funcionarios simplemente anticipaban un «período muy delicado» antes de la toma de posesión del presunto presidente electo Joe Biden el 20 de enero.
El informe llega sólo unos días después de que el Canal 13 de Israel declaró de manera similar que tanto Washington como Tel Aviv planean intensificar las «operaciones encubiertas» contra Teherán en los últimos días del mandato de Trump, aunque la emisora no ofreció detalles sobre la forma que eso podría tomar. El New York Times, mientras tanto, informó a principios de este mes que Trump había «buscado opciones» recientemente para un ataque contra las capacidades nucleares de Irán – que dijo que «casi con toda seguridad se centraría en Natanz», el principal sitio de enriquecimiento de uranio del país. Pero se informó que el presidente fue «disuadido» de un ataque por los asesores, quienes advirtieron que podría iniciar un sangriento conflicto regional. No está claro si han vuelto a la idea desde entonces.
Sin embargo, los funcionarios iraníes reaccionaron al informe del Times prometiendo una «respuesta aplastante» a cualquier ataque estadounidense.
La presidencia de Trump se ha caracterizado por una intensa hostilidad hacia Teherán tanto en la retórica como en la política, destrozando un acuerdo nuclear histórico que se firmó bajo la administración de Barack Obama en 2015 y reanudando una serie de sanciones paralizantes levantadas en virtud del acuerdo. Declarando una campaña de «máxima presión», Trump también se dedicó a destruir el sector petrolero de Irán, con el objetivo de reducir a «cero» las exportaciones de petróleo vitales y de paralizar efectivamente su economía, incluso en el punto más alto de su brote de coronavirus.
Aunque Trump ha logrado hasta ahora evitar una guerra abierta con Irán, la lucha abierta sólo pudo haberse evitado por poco después del asesinato en enero de Qassem Soleimani, un querido general iraní que dirigía la fuerza de élite de Quds del país. El Irán respondió al ataque mortal con un aluvión de cohetes contra las bases iraquíes que albergaban a las tropas estadounidenses, aunque, además de la humillación, no se infligieron heridas graves en la represalia ya que, al parecer, Teherán pasó un aviso previo a Bagdad, dando a los estadounidenses tiempo suficiente para buscar refugio.
Via RT
(Imagen de portada FOTO DE ARCHIVO: Un avión israelí F35 durante un simulacro de Bandera Azul, 11 de noviembre de 2019 © Reuters / Amir Cohen)