Los astrónomos han descubierto una nueva pista que podría ayudar a desvelar el misterio de una estrella que se oscurece de forma extraña. Las repetidas caídas en la oscuridad llevaron a algunos expertos a sugerir que podría ser una prueba de vida extraterrestre inteligente.
La estrella KIC 8462852, más conocida como estrella de Boyajian, es ligeramente más grande y caliente que el Sol y se encuentra a unos 1.480 años luz de la Tierra, en la constelación de Cygnus.
El nuevo avance sugiere que la estrella tiene una compañera binaria que podría estar contribuyendo a su inexplicable parpadeo.
Las dos estrellas están separadas por una distancia de 880 unidades astronómicas, es decir, 880 veces la distancia media entre la Tierra y el Sol, y la estrella de Boyajian es la mayor de las dos.
La compañera ha sido bautizada como KIC 8462852 B. Es una estrella enana roja y tiene aproximadamente 0,44 veces la masa y 0,45 veces el tamaño del Sol.
Los científicos observaron por primera vez las inusuales fluctuaciones de la luz en 2015. Se descubrió que la estrella se oscurece hasta un 22% y que los periodos de oscuridad pueden durar hasta una semana.
Este comportamiento descartó a los planetas como explicación, ya que cuando un exoplaneta pasa entre una estrella y la Tierra solo oscurece la estrella en torno a un uno por ciento o menos y, a diferencia de la estrella de Boyajian, ocurre a intervalos regulares.
Estos análisis llevaron a algunos expertos a postular que se habían detectado signos de vida extraterrestre inteligente.
En concreto, los investigadores propusieron la idea de que la estrella estaba rodeada por una megaestructura conocida como esfera de Dyson, que está diseñada para capturar la mayor cantidad de luz posible.
Freeman Dyson, el matemático y físico que popularizó el concepto, dijo que una estructura de este tipo podría ayudar a alimentar a una civilización avanzada.
Sin embargo, investigaciones posteriores apuntaron a una respuesta más prosaica, ya que se descubrió que algunas longitudes de onda se bloqueaban más que otras, algo que no ocurriría si un objeto sólido, como una megaestructura alienígena, se interpusiera.
Los científicos se han decantado por el polvo fino y los escombros como la explicación más probable. El descubrimiento de la estrella binaria añade peso a esta teoría, ya que podría ayudar a explicar la presencia de todo este material.
La compañera binaria puede influir en la evolución a largo plazo del sistema», escriben los astrónomos en su nuevo artículo.
Esta teoría se ve reforzada por el reciente descubrimiento de que las fuerzas gravitatorias más grandes pueden obligar a las binarias muy espaciadas a acercarse a su centro de masa mutuo varias veces en el transcurso de unos 10.000 millones de años, como un acordeón cósmico muy lento.
Esto podría acabar provocando la desintegración de planetas y otros cuerpos orbitales pequeños que se estiran y desgarran por las interacciones gravitatorias, dando lugar a nubes de escombros.