(Imagen de portada Un portaaviones chino atravesando el Mar de China Meridional (Imagen: GETTY)
Los temores de una guerra total entre China y Estados Unidos han aumentado después de que Pekín aprobara una nueva ley que permite a sus guardacostas abrir fuego contra buques extranjeros en aguas reclamadas por China.
Pekín insiste en que tiene la soberanía sobre casi todo el Mar de China Meridional, y su reclamación se solapa con las de otros seis países. Las tensiones podrían aumentar considerablemente después de que China aprobara el viernes su nueva Ley de Guardacostas.
Esto permite a los guardacostas chinos «tomar todas las medidas necesarias, incluido el uso de armas, cuando la soberanía nacional, los derechos soberanos y las jurisdicciones sean infringidos ilegalmente por organizaciones o individuos extranjeros en el mar».
La legislación otorga a los guardacostas la facultad de demoler las estructuras construidas por extranjeros en los arrecifes reclamados por China.
Explica las circunstancias en las que pueden desplegarse los distintos tipos de armamento -de mano, de barco o aéreo-.
Pekín envía regularmente a sus guardacostas para alejar a los barcos de pesca extranjeros del Mar de China Meridional, y varios de ellos han sido hundidos en el proceso.
China también reclama la soberanía de una serie de islas en el Mar de China Oriental que actualmente controla Japón.
Estados Unidos, y otras potencias occidentales, discuten las reivindicaciones de Pekín y envían regularmente buques de guerra en patrullas de «libertad de navegación» por el Mar de China Meridional.
La nueva legislación aumenta el riesgo de que una de ellas acabe en un enfrentamiento armado con los buques chinos.
En declaraciones a la CNN, Christian Le Miere, experto en diplomacia marítima, advirtió que la nueva legislación «golpea el corazón» del apoyo estadounidense a la libertad de navegación en la zona.
Y añadió: «Los guardacostas chinos ya están haciendo la mayor parte del trabajo de coerción marítima en los mares cercanos, por lo que merece la pena examinar la nueva legislación que se acaba de aprobar sobre esta cuestión».
Pekín ha ido aumentando su presencia militar en el Mar de China Meridional en los últimos años, construyendo bases, incluidas pistas de aterrizaje, en islas naturales y artificiales.
Además de ser la vía marítima más transitada del mundo, el Mar de China Meridional alberga considerables yacimientos submarinos de gas natural y petróleo.
China fusionó varias agencias de policía marítima, bajo el control de las Fuerzas Armadas Populares, para crear su fuerza de guardacostas.
El pasado mes de diciembre, John Ratcliffe, director de inteligencia nacional de Estados Unidos, escribió un mordaz artículo en el que describía a China como «la mayor amenaza para Estados Unidos en la actualidad, y la mayor amenaza para la democracia y la libertad en todo el mundo desde la Segunda Guerra Mundial».
En el Wall Street Journal dijo: «La inteligencia es clara: Pekín pretende dominar a Estados Unidos y al resto del planeta económica, militar y tecnológicamente».
Las tensiones entre EE.UU. y China aumentaron drásticamente bajo la presidencia de Trump sobre el comercio, el coronavirus, los derechos humanos y una serie de disputas territoriales.