(Imagen de portada Archivo Tanques de almacenamiento que contienen cantidades variables de agua tratada rodean los seis reactores en la planta de energía nuclear de Fukushima No. 1 el 5 de febrero. ASOCIACIÓN DE FOTÓGRAFOS DE PRENSA POOL / VIA TOKYO)
El país sufrió un potente terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter, siendo la prefectura de Fukushima una de las más afectadas por los temblores. Al mismo tiempo, también se registraron réplicas de magnitud 4,0 en la capital, Tokio.
Una pequeña cantidad de agua se derramó de las piscinas de Fukushima, donde se almacenan los residuos nucleares, declaró el domingo Tokyo Electric Power. Según la empresa, el potente terremoto de 7,1 grados que sacudió el país el sábado afectó a las piscinas. El agua, sin embargo, no causó ningún cambio importante en los niveles de radiación en la zona, según el comunicado.
Mientras tanto, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, ha declarado que el terremoto no ha dañado ninguna instalación nuclear.
La central nuclear japonesa sufrió graves daños en marzo de 2011, después de que un terremoto de 9 grados en el Océano Pacífico provocara un enorme tsunami. Los altos niveles de radiación obligaron a evacuar a unas 160.000 personas de la prefectura de Fukushima.
En un principio, Tokio tenía previsto empezar a retirar los restos de combustible fundido de la Unidad 2, el primero de los tres reactores, en 2021, al cumplirse 10 años de la catástrofe; sin embargo, la operación se retrasó a 2022, ya que el desarrollo de robots para las operaciones en la zona radiactiva se vio afectado por la pandemia de coronavirus.