(Imagen de portada Archivo)
Un resurgimiento del ébola ha causado la muerte de cuatro personas en Guinea, lo que supone la primera vez en cinco años que la enfermedad se relaciona con víctimas mortales en el país de África Occidental.
Las últimas víctimas del virus habían participado en el funeral de una enfermera que había enfermado y fallecido, según declaró a los medios locales el jefe de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Guinea, Sakoba Keita. Su muerte se ha atribuido ahora al ébola.
Tras el entierro, ocho personas presentaron síntomas del virus, como diarrea, vómitos y hemorragias. Tres de las personas murieron, mientras que otras cuatro han sido hospitalizadas. Keita dijo que uno de los pacientes se había «escapado» de donde estaba siendo tratado, pero fue localizado más tarde y llevado a un hospital de la capital, Conakry. El brote se produjo en la región sudoriental de Nzerekore.
El ministro de Sanidad, Remy Lamah, declaró que el gobierno estaba «realmente preocupado» por las nuevas muertes por ébola. Guinea no registraba una víctima mortal por ébola desde 2016, cuando el virus arrasó el país y la región circundante, matando a más de 11.000 personas en un periodo de tres años.
El ébola es una enfermedad altamente infecciosa y mortal que provoca fiebre hemorrágica y hemorragias internas. El virus se transmite por contacto con fluidos corporales infectados.
El brote se produce mientras la República Democrática del Congo (RDC) lucha por frenar su propio resurgimiento del virus. En el país se han producido recientemente dos muertes atribuidas a la enfermedad, lo que hace temer que haya sido prematuro declarar en noviembre que su última lucha contra el ébola había «terminado». La RDC ha luchado contra el virus durante décadas, habiendo sufrido 11 brotes desde que la enfermedad se descubrió por primera vez cerca del río Ébola en 1976.