(Imagn de portada Una tortuga marina cubierta de alquitrán en una playa en Israel, hoy Crédito: The Sharon Municipality Association)
Las autoridades advirtieron el domingo a los israelíes que se mantengan alejados de las playas del Mediterráneo, después de que los voluntarios que ayudaban a limpiar el alquitrán que ha asfixiado 160 km de costa fueran hospitalizados, al parecer tras inhalar gases tóxicos.
La población debe «no ir [a las playas] a bañarse, ni a practicar deportes o actividades de ocio hasta nuevo aviso», decía una advertencia, emitida conjuntamente por los ministerios de Sanidad, Interior y Protección Ambiental el domingo. «La exposición al alquitrán podría perjudicar la salud pública».
El anuncio se produce después de que varios voluntarios, de los miles que habían ayudado a limpiar las consecuencias del vertido de petróleo el sábado, se sintieran mal y necesitaran ser hospitalizados. Se cree que la exposición a humos tóxicos es la razón de su estado.
Los voluntarios podrán seguir actuando en la costa, pero sólo después de inscribirse en la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel y recibir una formación especial.
La lucha contra el alquitrán se llevará a cabo junto con los militares, ya que el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Aviv Kohavi, prometió desplegar «miles de tropas de las FDI» en la costa mediterránea.
El vertido de decenas de toneladas de petróleo se produjo durante una tormenta de invierno la semana pasada, y el mal tiempo impidió a las autoridades israelíes detectarlo a tiempo y ocuparse del alquitrán en el mar. La historia llegó a los titulares de los medios de comunicación locales después de que el cadáver de una cría de ballena de 17 metros apareciera en la costa del Mediterráneo junto con tortugas, peces y criaturas marinas muertas.
El domingo se anunciaron los resultados de la autopsia de la ballena, en la que se descubrió un «líquido negro» en sus pulmones. Sin embargo, era demasiado pronto para decir si el petróleo era la razón de la muerte del mamífero marino, dijo la Autoridad de Naturaleza y Parques.
Los grupos ecologistas han calificado el vertido como la peor catástrofe que ha afectado a Israel en décadas, y estiman que la recuperación del mismo podría llevar meses o incluso años.
Diez días después de la catástrofe, las autoridades israelíes aún no han encontrado el origen exacto del vertido. Creen que uno de los nueve barcos que pasaban a unos 50 km de la costa podría ser el responsable.
Gracias a las imágenes por satélite y a la modelización de los movimientos de las olas utilizadas para acotar la búsqueda, «hay una posibilidad más que razonable de que podamos localizar el barco concreto», dijo Gila Gamliel, Ministra de Protección del Medio Ambiente.
Si se encuentra al culpable, Israel podrá acudir a los tribunales para pedir una indemnización a las compañías de seguros que se utilizará para hacer frente a las consecuencias del vertido, explicó la ministra.