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Casi una quinta parte de todos los alimentos que se producen para ser consumidos por los consumidores se desperdicia, dijo el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un nuevo informe, señalando que la mayor parte de los residuos (61 por ciento) es en realidad producida por los hogares.
El índice mundial de desperdicio de alimentos, publicado por el PNUMA el jueves, encontró que el 17 por ciento de los alimentos -unos 931 millones de toneladas- producidos en 2019 terminaron en los contenedores. La sorprendente cifra no incluye los alimentos que se desperdiciaron durante la producción o mientras estaban almacenados y que nunca llegaron a los consumidores.
Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, dijo que reducir el desperdicio de alimentos reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero, frenaría la destrucción de la naturaleza, mejoraría la disponibilidad de alimentos y ahorraría dinero en un momento de recesión mundial.
El PNUMA señaló que 690 millones de personas se vieron afectadas por el hambre en 2019 y 3.000 millones no pudieron permitirse una dieta saludable. Aun así, el informe encontró que entre casi todas las naciones que midieron el desperdicio de alimentos, los niveles eran sustanciales independientemente del nivel de ingresos.
El organismo descubrió que la mayor parte de estos residuos procede de los hogares, que desechan el 11% del total de alimentos disponibles en la fase de consumo de la cadena de suministro, mientras que los servicios de alimentación y los establecimientos minoristas desperdician el 5% y el 2%, respectivamente.
Los datos del informe del PNUMA incluían los residuos de alimentos que se producen en los establecimientos minoristas, los restaurantes y los hogares, y también abarcaban los alimentos y las partes no comestibles, como los huesos y las cáscaras.
«Aunque las partes no comestibles (huesos, huesos, cáscaras de huevo, etc.) predominan en los países de renta baja, hay suficiente desperdicio total de alimentos en estas zonas para que los enfoques circulares u otras estrategias de desvío de residuos alimentarios sean importantes», señala el informe.