(Imagen de portada archivo vía hablemosdevolcanes)
Los científicos que vigilan la inestable actividad geológica de la mayor isla de Hawai afirman que, aunque todavía no es inminente una erupción del volcán que domina el paisaje, la larga siesta del Mauna Loa podría estar llegando a su fin.
La Gran Isla de Hawai es en realidad un conjunto de cinco volcanes que sobresalen del Océano Pacífico, entre ellos uno de los más activos del mundo -el Kilauea- y el más grande: El Mauna Loa, que constituye la mitad de la masa terrestre de la isla.
El Kilauea lleva décadas inmerso en un período eruptivo ardiente, dramático y a veces destructivo. Y mientras que el volcán más pequeño, situado en la ladera oriental del Mauna Loa, acapara la atención internacional por sus rabietas, su hermano mayor ha permanecido dormido desde su última erupción en 1984.
Pero durante la semana pasada, el Observatorio Volcánico de Hawaii registró más de 200 terremotos de pequeña magnitud bajo el Mauna Loa. Estas y otras observaciones de mayor actividad en las últimas semanas apuntan a un mayor flujo de magma en el sistema de almacenamiento superficial del volcán, según el HVO.
En otras palabras, el Mauna Loa está despertando lentamente.
Aunque los científicos insisten en que una erupción no se va a producir necesariamente hoy o mañana, esta semana la OVH ha emitido un comunicado en el que insta a que «ahora es el momento de revisar los planes personales de erupción».
Son especialmente vulnerables las zonas de la costa occidental de la isla, justo al sur del principal centro turístico de Kailua-Kona, donde los flujos de lava podrían llegar al océano y a zonas pobladas como Captain Cook, en cuestión de horas.
En la última erupción del Mauna Loa, en 1984, la lava llegó a las afueras de Hilo, al otro lado de la isla -sede de la Universidad de Hawai-, pero con varias semanas de antelación.
«Hoy en día, la gente empaca bolsas «para llevar» que contienen artículos esenciales en caso de tener que dejar su casa bajo una orden de evacuación», dice un comunicado de la HVO. «Es conveniente incluir documentos importantes, como el certificado de nacimiento, las escrituras, los papeles legales y los medicamentos».
Sin embargo, una erupción no significa necesariamente una amenaza para las personas o las propiedades, ya que la mitad de las erupciones registradas en el Mauna Loa han permanecido contenidas en la remota zona de la cumbre. Dicho esto, varias erupciones han enviado lava hasta el océano en cuestión de horas. Es difícil de predecir con antelación.
Las erupciones de lava del Kilauea en 2018, que suele producir un menor volumen de material en comparación con el Mauna Loa, aún así lograron destruir varias viviendas y otras infraestructuras.
Además de la lava, las erupciones también pueden producir gases tóxicos. Así que en caso de erupción, asegúrate de estar al día con la información local de la OVH y la Defensa Civil del Condado de Hawái para mantenerte a salvo.
Fuente Fordes /USGS