El astrónomo aficionado japonés Yuji Nakamura tuvo la suerte de presenciar las secuelas de la explosión de una estrella a unos 10.000 años luz de la Tierra utilizando únicamente su fiel telescopio.
Nakamura observó la explosión estelar el 18 de marzo de 2021 utilizando su objetivo de 135 milímetros y una exposición de 15 segundos.
Informó del resplandor de magnitud 9,6 al Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ), que desplegó una serie de potentes telescopios para realizar observaciones que confirmaron que efectivamente se trataba de una nova clásica, a la que bautizaron como V1405 Cas.
Una nova clásica es una explosión nuclear en la superficie de una estrella enana blanca que forma parte de una pareja binaria de estrellas envejecidas y moribundas. Estas explosiones suelen durar aproximadamente 12 horas.
A medida que las dos estrellas entran en su espiral de muerte compartida, la enana blanca, más pequeña y densa, despoja a su compañera mayor de material como el gas hidrógeno.
El hidrógeno se calienta entonces en la atmósfera de la enana blanca hasta que se produce la fusión nuclear, liberando una cantidad fenomenal de energía y expulsando al espacio el hidrógeno restante no quemado.
Se espera que el resplandor resultante de la nova dure varios días, si no meses, y que siga siendo visible en el cielo nocturno del hemisferio norte.
Para aquellos que deseen desempolvar sus telescopios y echar un vistazo con sus propios ojos, las coordenadas se encuentran en la ascensión recta 23 24 47,73, declinación +61 11 14,8, cerca de la estrella Caph situada en la constelación de Casiopea.