Una nueva investigación ha revelado que las pérdidas de cosechas en la UE provocadas por las olas de calor y la sequía, así como por otros fenómenos meteorológicos extremos, se han triplicado en 50 años, una cifra sorprendente que podría alterar la dinámica de la cadena alimentaria en todo el mundo.
El estudio examinó la producción agrícola de 28 países europeos (incluido el Reino Unido) entre 1961 y 2018 y la comparó con la prevalencia de fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, sequías, olas de calor y olas de frío, cuya frecuencia aumentó en el periodo estudiado.
Los investigadores hallaron pérdidas de cosechas del 2,2% del rendimiento total de los cultivos entre 1964 y 1990, que se dispararon hasta un 7,3% en el periodo comprendido entre 1991 y 2015.
Para empeorar las cosas, se descubrió que las sequías se intensifican y se producen con más frecuencia, un fenómeno que estudios anteriores han identificado como resultado de los cambios en la corriente en chorro.
Aunque los autores del estudio reconocen que el rendimiento de los cultivos europeos aumentó en un 150% en los periodos comprendidos entre 1964 y 1990 y entre 1991 y 2015, respectivamente, descubrieron que algunos cultivos más esenciales, como los de cereales, se vieron más afectados que otros, con posibles efectos desastrosos.