Varios buques de caza de ballenas han salido a las aguas de los puertos japoneses con el inicio oficial de la temporada de caza comercial de ballenas. Tienen previsto capturar 120 ballenas minke en los próximos meses.
El sábado, cuatro barcos -dos en la prefectura de Miyagi, en la costa oriental de la isla principal de Japón, Honshu, y dos en la prefectura de Aomori, en su norte- partieron de los puertos hacia las aguas costeras del Pacífico. Un quinto buque se unirá a ellos más tarde, partiendo de Hokkaido, informó la agencia de noticias japonesa Kyodo.
«Nos gustaría proporcionar ballenas frescas y deliciosas a todos los que están esperando», dijo a la agencia Nobuyuki Ito, presidente de una empresa ballenera de la prefectura de Miyagi.
Durante esta tercera temporada de caza comercial de ballenas, que se relanzó polémicamente tras una prohibición de décadas, los cazadores esperan capturar 120 rorcuales aliblancos. Esta especie es uno de los principales objetivos de la industria ballenera. Se calcula que unos 25.000 mamíferos viven en el océano Pacífico noroccidental.
Japón ya se retiró de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), organismo dedicado a la conservación de los mamíferos marinos, y reanudó sus operaciones de caza de ballenas en julio de 2019. La caza comercial de ballenas está prohibida por la CBI desde hace más de tres décadas. Muy pocas naciones en el mundo permiten esta controvertida práctica, siendo Japón y Noruega algunos de los estados más criticados por permitir la matanza de los enormes mamíferos.
A principios de este año, el gobierno noruego dio luz verde a la matanza de más de 1.200 rorcuales aliblancos este año, según la organización benéfica Whale and Dolphin Conservation (WDC). El año pasado se mataron más de 500 ballenas en sus aguas, según la WDC, que añadió que, a pesar de la disminución de la demanda de carne de ballena, las autoridades locales «promueven firmemente» su consumo. El sábado se lanzó una petición al gobierno noruego y a la Comisión Europea, exigiendo «poner fin a la matanza de ballenas y… cerrar los puertos a los envíos de carne de ballena noruega». Hasta ahora, casi tres millones de personas han apoyado la iniciativa.