Al menos 157 personas han muerto en Indonesia y en la vecina Timor Oriental, y docenas más siguen desaparecidas tras el paso de un ciclón tropical por estas naciones del sureste asiático, que ha dejado a miles de personas sin hogar, según informaron el martes las autoridades.
La agencia indonesia de gestión de catástrofes dijo que había registrado 130 muertes en un grupo de islas remotas cerca de Timor-Leste, donde otros 27 han sido oficialmente catalogados como muertos.
Los equipos de rescate de Indonesia se apresuraron a encontrar a más de 70 personas aún desaparecidas y a utilizar excavadoras para retirar las montañas de escombros que dejó el ciclón tropical Seroja, que golpeó las islas el domingo.
Las labores de rescate se han visto dificultadas por los cortes de electricidad, el bloqueo de las carreteras, la ubicación remota de las zonas afectadas y el mal tiempo constante.
Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones y corrimientos de tierra que convirtieron a las pequeñas comunidades en páramos de barro, arrancaron árboles y obligaron a miles de personas a refugiarse.
Miles de viviendas, así como hospitales y puentes, resultaron dañados o destruidos en la catástrofe, mientras que más de 10.000 personas han huido a refugios, según las autoridades.
«Podríamos seguir viendo un clima extremo (por el ciclón) durante los próximos días», dijo el portavoz de la agencia nacional de desastres Raditya Jati.
Indonesia es propensa a los desprendimientos de tierra y a las inundaciones repentinas durante la temporada de lluvias, mientras que su posición en el Anillo de Fuego, un arco de volcanes y fallas en la cuenca del Pacífico, también la hace vulnerable a los terremotos, las erupciones volcánicas y los tsunamis. En enero, 40 personas murieron en inundaciones repentinas en la ciudad indonesia de Sumedang, en Java Occidental.
Unos 125 millones de indonesios, casi la mitad de la población del país, viven en zonas con riesgo de desprendimientos, según la agencia de catástrofes del país.