(Imagen de portada ilustración)
Mientras la sonda OSIRIS-REx de la NASA se despide del asteroide Bennu, la agencia espacial ha emitido advertencias sobre otras dos rocas espaciales que se acercarán demasiado a la Tierra.
El 10 de abril, el asteroide 2021 GT3, de 19 metros de diámetro (aproximadamente la longitud de una pista de bolos), pasará entre la Tierra y la Luna a una distancia de sólo 255.886 km, es decir, 30 veces la longitud de la Gran Muralla China.
Como referencia, la distancia media entre nuestro planeta y su satélite natural es de tan sólo 385.000 km, por lo que este sobrevuelo es demasiado cercano.
Afortunadamente, el asteroide no supone una amenaza directa para la Tierra, aunque sirve como un recordatorio más de lo vulnerable que puede ser el planeta a los desechos cósmicos.
Sin embargo, menos de un mes después, un enemigo rocoso posiblemente más intimidante se acercará al planeta, ya que se espera que el asteroide 2021 AF8, que se calcula que mide entre 260 y 580 metros, haga una visita al patio trasero de la Tierra.
Con una velocidad de 9 kilómetros por segundo, el «potencialmente peligroso» AF8, como lo describe la NASA, pasará a 3,4 millones de kilómetros de la Tierra, por lo que la humanidad vivirá para luchar un día más, al menos por ahora.
Para que nadie lo olvide, el famoso médico y astrólogo francés Nostradamus, con su predilección por las predicciones, profetizó que la Tierra sería golpeada por un asteroide en 2021, según algunas interpretaciones de sus diatribas catastrofistas, ciertamente abiertas a la interpretación.
Sólo el tiempo lo dirá, pero afortunadamente la NASA y otras agencias espaciales mundiales vigilan de cerca los cielos en busca de posibles amenazas. Otra cosa es que la humanidad pueda hacerles frente.