Al menos 13 personas, entre ellas dos miembros del personal médico, han muerto y varias han resultado heridas en dos ataques de artillería distintos en la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, controlada por combatientes respaldados por Turquía, según han informado este domingo activistas y un grupo de ayuda.
El primer ataque impactó en una zona residencial, mientras que el segundo lo hizo en un hospital poco después, dijeron fuentes de defensa civil a la agencia de noticias Reuters. Un vídeo difundido en las redes sociales mostraba víctimas entre las ruinas del hospital Al Shifa, que quedó fuera de servicio tras el ataque.
No estaba claro quién estaba detrás del bombardeo, que al parecer procedía de zonas en las que están desplegadas las tropas gubernamentales sirias y los combatientes dirigidos por los kurdos.
El gobernador de la provincia turca de Hatay, al otro lado de la frontera con Afrin, y el Ministerio de Defensa de Turquía también dijeron que el ataque mató a 13 civiles e hirió a 27, añadiendo que se trataba de un bombardeo con cohetes y artillería contra el hospital. La oficina del gobernador culpó del ataque a los grupos kurdos sirios.