Las autoridades de Crimea declararon el jueves el estado de emergencia después de que las fuertes lluvias provocaran que varias ciudades de la península del Mar Negro quedaran sumergidas bajo el agua, lo que llevó a miles de habitantes a evacuar sus casas y buscar refugio.
En algunas zonas han llovido casi dos meses en un par de días.
Las fuertes lluvias cayeron primero en el este de la península, sumergiendo Kerch, su tercera ciudad más grande. Según las autoridades locales, se han inundado más de 200 casas. También se ha cortado la electricidad, lo que ha afectado a miles de residentes e incluso ha dejado sin energía a un hospital local.
Todos los residentes evacuados han sido alojados en hoteles y centros de recreo y recibirán tres comidas al día, según la administración local.
Poco después, las inundaciones repentinas comenzaron a afectar a otra ciudad de Crimea, Yalta. Situada en la costa, Yalta es un famoso balneario y un popular destino turístico. Según la responsable local, Yanina Pavlenko, dos ríos que atraviesan el centro de la ciudad se han desbordado, bloqueando completamente la entrada a la ciudad.
Los vídeos publicados en Internet muestran la magnitud de la inundación, incluidos los coches a la deriva por la carretera.
Según las cifras anunciadas el jueves, más de 100 subestaciones transformadoras de Crimea han quedado fuera de servicio debido a los daños en las líneas eléctricas y a la inundación de las instalaciones eléctricas. Unos 20.000 habitantes también se han quedado sin agua potable.
Las lluvias torrenciales se producen después de que la península haya sufrido durante meses niveles de agua extremadamente bajos, con muchas partes de Crimea con embalses casi vacíos. Como resultado, ciudades como Yalta y Simferopol han aplicado un racionamiento de agua, con grifos que solo funcionan durante unas horas al día.
La situación del agua en Crimea se deterioró en 2014, tras la reabsorción de la zona a Rusia. Una vez que la región pasó a estar bajo el control de Moscú, el gobierno ucraniano construyó una presa improvisada en el Canal de Crimea del Norte, que anteriormente proporcionaba el 85% del suministro de agua local. Conectaba la región con el río Dniéper, el cuarto más largo de Europa.
