El terremoto de magnitud 8,2 que sacudió la península de Alaska el miércoles 28 de julio hizo temer la llegada de un tsunami. Los geólogos vigilan ahora otra posible fuente de desastres: el volcán Great Sitkin. Situado en el centro de las Islas Aleutianas, al este de Alaska, el volcán ha estado mostrando signos de mayor actividad y aumento de las temperaturas superficiales desde enero.
El Observatorio Volcánico de Alaska (AVO) se vio obligado a elevar el nivel de alerta del Gran Sitkin a finales de mayo tras una erupción explosiva.
Los informes iniciales sugerían que el volcán arrojaba una nube de ceniza de hasta 4.000 metros de altura.
Los geólogos han confirmado ahora que «los disturbios continúan» en el volcán, y el Gran Sitkin está siendo vigilado por otra posible erupción.
La AVO informó de que a última hora del domingo 1 de agosto se produjo un enjambre de sismos moderados en el volcán, pero la sismicidad ha disminuido desde entonces.