Las autoridades medioambientales de EE.UU. han observado una tendencia preocupante, ya que los datos muestran que un embalse crítico del suroeste se está secando rápidamente. El río Colorado, que abastece a una vasta red de afluentes que serpentean por siete estados del oeste y México, se ha reducido exponencialmente en los últimos años. El río permite a los agricultores regar tierras que de otro modo serían insostenibles, y una mayor reducción podría privarles a ellos y a millones de residentes de una línea vital.
Los residentes de California, Arizona, Nuevo México, Nevada, Utah, Colorado y Wyoming 40 millones de personas en total no existirían sin él.
La segunda ciudad más grande de Arizona, Tucson, obtiene el 82% de su suministro del río, y San Diego el 66%.
Los soñadores americanos del desierto de Nevada nunca habrían podido construir Las Vegas sin canalizar el 90% del suministro de la ciudad desde el embalse.
Sin embargo, según los científicos, el río ha empezado a ceder ante la demanda, habiéndose reducido un 20% desde el año 2000.