Sabemos que el desplazamiento polar verdadero (TPW) puede inclinar ocasionalmente planetas y lunas enteras con respecto a sus ejes, pero no está del todo claro con qué frecuencia le ha ocurrido a la Tierra.
Ahora, un nuevo estudio presenta pruebas de uno de estos eventos de inclinación que se produjo hace unos 84 millones de años, cuando los dinosaurios aún caminaban por la Tierra.
Los investigadores analizaron muestras de piedra caliza de Italia, que se remontan al Cretácico Superior (hace entre 100,5 y 65,5 millones de años), en busca de indicios de cambios en el registro magnético que apuntaran a un suceso de TPW.
Los fósiles de bacterias atrapados en la roca, formando cadenas del mineral magnetita, ofrecen algunas de las pruebas más convincentes hasta la fecha de un verdadero vagabundeo polar en el Cretácico Superior, y pueden ayudar a resolver un debate científico que lleva décadas.
«Esta observación representa el más reciente TPW a gran escala documentado y desafía la noción de que el eje de giro ha sido en gran medida estable durante los últimos 100 millones de años», explican los investigadores en su artículo.