El Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha devuelto el golpe a Estados Unidos, exigiendo que Washington se abstenga de interferir en Taiwán, después de que el general estadounidense Mark Milley dijera que sus fuerzas eran capaces de defender a la nación insular contra Pekín.
En una rueda de prensa diaria, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, exigió a EEUU que deje de hacer comentarios sobre Taiwán que puedan contribuir a la «arrogancia de las fuerzas separatistas».
«Nadie puede subestimar la firme determinación y voluntad de China de defender la soberanía nacional y la integridad territorial. Nunca permitiremos que nadie ni ninguna fuerza separe a Taiwán del abrazo de la patria de ninguna manera», declaró el portavoz.
Wang pidió a Estados Unidos que respetara la política de una sola China y cumpliera sus compromisos con Pekín en virtud de los Comunicados Conjuntos Sino-Estadounidenses, y añadió que las cuestiones relacionadas con Taiwán debían tratarse de forma prudente y adecuada.