La lluvia podría sustituir a la nieve como principal forma de precipitación en algunas zonas del Ártico en 2060 gracias al cambio climático, hasta dos décadas antes de lo que se pensaba.
En el estudio, los investigadores de la Universidad de Manitoba compararon las últimas proyecciones con los resultados de modelos climáticos anteriores.
Los niveles de precipitación están aumentando en el Ártico, ya que el aumento de las temperaturas globales derrite cantidades cada vez mayores de hielo marino, añadiendo humedad al aire.
Se sabe que la región se está calentando más rápido que la mayoría de las otras partes del globo, lo que produce importantes cambios ambientales en la región que no harán más que empeorar.
Por ejemplo, un aumento de las precipitaciones sobre la capa de nieve existente podría contribuir a la formación de más hielo superficial, impidiendo que los caribúes y los renos se alimenten.
Pero las consecuencias no se limitarán al Ártico, ya que la pérdida de la capa de nieve reducirá la capacidad de la Tierra para reflejar los rayos solares en el espacio, lo que provocará un mayor calentamiento.
Basándose en estos resultados, los investigadores piden a las autoridades de todo el mundo que introduzcan políticas de mitigación del clima más estrictas.
Los hallazgos completos del estudio se publicaron en la revista Nature Communications .