Las golondrinas ya no migran los 10.000 kilómetros que separan a las aves de Sudáfrica y se quedan en Gran Bretaña durante el invierno en medio de temperaturas más suaves gracias al cambio climático, según revela un nuevo estudio.
Se han registrado una docena de aves en enero, principalmente en el sur, el suroeste de Gran Bretaña e Irlanda.
La profesora Juliet Vickery, directora ejecutiva del British Trust for Ornithology (BTO), ha declarado: «Es realmente notable. El cambio de comportamiento es uno de los signos más notables hasta ahora del calentamiento del mundo provocado por el cambio climático.
No tenemos que retroceder demasiado para recordar inviernos en los que hubiera sido imposible que las golondrinas sobrevivieran a las gélidas temperaturas, pero a medida que nuestros inviernos se vuelven más suaves es algo que podemos ver cada vez más».
