El soldado formaba parte de una unidad que capturó la planta de Chernóbil en los primeros días de la guerra. Las tropas ocuparon entonces la zona de exclusión de 20 millas alrededor de la planta, donde se prohíbe vivir a la población debido a los peligrosos niveles de radiación que dejó el desastre nuclear de 1986.
La empresa nuclear estatal ucraniana Energoatom dijo que las tropas rusas habían cavado trincheras en el barro radiactivo de la parte más contaminada de la zona de exclusión y habían recibido «dosis significativas» de radiación.
Al parecer, habían acampado en la peligrosa zona conocida como el Bosque Rojo, donde los niveles de radiación son máximos y se enferman «muy rápidamente».
Las tropas también condujeron sus camiones por caminos de tierra sin llevar equipo antirradiación, levantando polvo radiactivo venenoso, informó Reuters.
Un empleado de la planta dijo que la medida era «suicida» porque cualquier polvo inhalado por los soldados probablemente causaría radiación interna en sus cuerpos.
Dijo: «El convoy levantó una gran columna de polvo. Muchos sensores de seguridad contra la radiación mostraron niveles superados».
Sin embargo, las fuerzas del Kremlin se han retirado a Bielorrusia, que está a poca distancia de Chernóbil, donde están siendo tratadas por envenenamiento por radiación.