( Imagen de portada NASA )
Un par de enormes enjambres de manchas solares, algunas lo suficientemente grandes como para devorar la Tierra entera, han aparecido en la superficie del Sol, lo que aumenta la posibilidad de una intensa tormenta solar.
Las manchas solares son regiones oscuras del Sol donde éste es más frío que otras partes de la superficie. Las erupciones solares se originan cerca de estas zonas oscuras de la estrella.
Recientemente, los meteorólogos espaciales han detectado dos «regiones activas» conocidas como AR2993 y AR2994 -enjambres formados por varias manchas solares- en los últimos días.
Las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal proceden de estas regiones y, cuando explotan en dirección a la Tierra, pueden dar lugar a tormentas geomagnéticas que producen hermosas auroras, además de suponer un peligro para las redes eléctricas y los satélites.
Todavía no está claro si estos nuevos enjambres de manchas oscuras darán lugar a erupciones solares que golpeen la Tierra, pero los astrónomos predicen que es posible que ocurra en las próximas semanas.
Jan Janssens, del Centro de Excelencia Solar-Terrestre de Bruselas, declaró a Live Science que las múltiples erupciones solares y las eyecciones de masa coronal son «típicas en esta fase del ciclo solar», y que algunas se dirigen hacia la Tierra, pero no la alcanzan.
A medida que el ciclo solar se aproxima a su máximo, se hacen visibles regiones de manchas solares cada vez más complejas, que pueden producir erupciones solares».
Los estudios han demostrado que el nivel de actividad solar actual es más o menos el mismo que el de hace 11 años, en el mismo momento del último ciclo.