En la última semana se han detectado más de 3.000 sismos cerca de Eldvörp, en el sistema volcánico de Reykjanes/Svartsengi, y ayer el Departamento de Protección Civil de Islandia elevó su nivel de alerta a nivel de incertidumbre. Ese nivel significa, básicamente, que se incrementa la vigilancia de los sucesos que, en fases posteriores, podrían suponer una amenaza para la seguridad de la población o de las zonas pobladas.
A los habitantes de la capital, Reikiavik, y de las zonas cercanas se les pide que tengan cuidado con los objetos que puedan caer y causar daños en caso de que se produzca un gran terremoto.
Durante el fin de semana se detectaron algunos temblores de más de 4 grados en la escala de magnitud de Richter y en un anuncio del Departamento de Protección Civil se pide a la gente que tenga cuidado en las zonas empinadas o en sus alrededores porque la actividad podría provocar desprendimientos.
La sismicidad se localiza a una profundidad de entre 4 y 6 km. El código de color de la aviación se ha elevado de verde a amarillo debido al aumento de la actividad sísmica.
Halldór Geirsson, geofísico, dice que la tierra se ha levantado alrededor de Svartsengi a principios de mayo, pero que ha habido mucha actividad sísmica en la zona durante la mayor parte del mes.