Casi un cuarto de millón de personas se enfrenta a la hambruna en Somalia mientras la sequía se agrava y los precios mundiales de los alimentos se acercan a sus máximos históricos, según han declarado las agencias de Naciones Unidas.
Las agencias dijeron el lunes que una cuarta temporada de lluvias consecutiva había fracasado en el país del Cuerno de África, y los meteorólogos están advirtiendo de otra temporada de lluvias por debajo de la media a finales de este año a medida que el clima del mundo se vuelve más errático.
Esto está provocando la peor sequía de los últimos 40 años en Somalia y una importante crisis de hambre.
Al mismo tiempo, los precios mundiales de los alimentos se acercan a máximos históricos, ya que la guerra entre Rusia y Ucrania agita los mercados de granos básicos y aceites comestibles.
Alrededor de 213.000 somalíes corren el riesgo de morir de hambre, lo que supone un aumento de casi el triple de los niveles previstos en abril, según un comunicado del Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Las agencias dijeron que unos 7,1 millones de somalíes, o casi la mitad de la población, se enfrentan a niveles agudos de inseguridad alimentaria, lo que significa que apenas podrán obtener las calorías mínimas que necesitan y podrían tener que vender sus bienes para sobrevivir.