El presidente del gobierno español ha declarado que más de 500 personas han muerto durante una ola de calor de 10 días, mientras Europa cuenta el coste de un periodo récord de temperaturas extremas.
Los manifestantes contra el cambio climático dijeron que el clima abrasador debería ser una llamada de atención para el continente.
«Esto no tiene nada que ver con ideologías, sino con una realidad, con una emergencia climática que está viviendo el planeta», dijo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidió a los ciudadanos que extremaran la precaución ante la presencia de árboles calcinados y de terrenos quemados en el noreste de Zaragoza, una región muy afectada.
Sánchez citó las cifras publicadas por el Instituto de Salud Carlos III que estiman el número de víctimas mortales relacionadas con el calor en función del exceso de muertes respecto a la media de años anteriores.
El instituto ha subrayado que estas cifras son una estimación estadística y no un registro oficial