Según se informa, el ejército chino está planeando una ofensiva «relámpago» para tomar Taiwán en sólo dos días, con el fin de despojar a Occidente de cualquier oportunidad de montar una campaña de apoyo a Taipei al estilo de Ucrania, según han declarado fuentes diplomáticas anónimas a The Telegraph.
El periódico indicó que una operación militar para tomar la isla podría comenzar tan pronto como en 2023, y que el Ejército Popular de Liberación de China tiene cuatro opciones. Una de ellas incluye supuestamente una serie de ejercicios prolongados alrededor de la isla, diseñados para agotar al ejército de Taiwán y desgastar a Taipei económicamente, mientras que otra contempla una operación contra las islas Matsu y Kinmen, administradas por Taipei y situadas más cerca de la China continental.
Una tercera opción, The Telegraph , consiste en un bombardeo aéreo y de misiles contra objetivos militares taiwaneses, incluidas las defensas costeras, los aeródromos y las instalaciones de radar, pero no las zonas civiles, para tratar de forzar a Taipei a sentarse a la mesa de negociaciones. Este escenario se considera el menos preferible, ya que permitiría a Estados Unidos y sus aliados reunir sus fuerzas en la región y a Taiwán movilizar sus reservas.
Por último, la cuarta opción consiste en una «invasión terrestre en toda regla», en la que «China trataría de desembarcar tropas en puntos estratégicos, cruzando a toda velocidad las 70 millas [112 km] del estrecho de Taiwán al amparo de una andanada de misiles y cazas para distraer a los posibles defensores», e incluiría un componente cibernético, así como la destrucción de la armada de Taiwán. El objetivo final en el cuarto escenario sería «abrumar físicamente a las defensas de Taiwán lo más rápidamente posible y destrozar la fuerza de voluntad para resistir». En ese caso, advertía el periódico, la respuesta de Estados Unidos y sus aliados, incluidos Japón y posiblemente Australia, estaría «casi garantizada», y el Reino Unido también aportaría capacidades de inteligencia y cibernéticas.
El periódico no detalló cómo podría ser una «respuesta» liderada por Estados Unidos.