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El agua se ha convertido en la última propiedad caliente del mercado negro del norte de México después de que un cártel se hiciera con el control del suministro del país durante una importante sequía.
El año pasado, el cártel de Sinaloa, una organización criminal internacional dirigida por el famoso delincuente El Chapo, se centró en los lagos, ríos y arroyos de las montañas del estado de Chihuahua, utilizando camiones cisterna y cientos de kilómetros de tuberías de plástico para desviar el líquido de sus fuentes.
Un comandante del cártel de nivel medio de la región, «El Señor», dijo a Vice World News: «Aquí, todo tiene dueño: ríos, arroyos, lagos… todo, y especialmente el agua«.
Y añadió: «El agua es ahora un activo valioso para nosotros, y cuanto más escasee, más lucharemos para asegurarnos de tener suficiente».
El cártel tomó la decisión de hacerse con el suministro de agua por dos razones, ambas financieras: en primer lugar, para mantener sus campos de hierba y amapola bien regados, y en segundo lugar, para poder ser el intermediario que suministre agua a los agricultores, hoteles y otros negocios locales que se han quedado sin agua.
La noticia llega después de que México registrara el año pasado una de las peores sequías de su historia, con los grifos secos en todo el país.
El verano pasado, el estado de Chihuahua declaró que todas sus cosechas estaban «completamente perdidas» por primera vez gracias a los efectos del cambio climático en la región, empujando a más de 22.000 agricultores locales a la pobreza extrema.
