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Dos observatorios del sur de Rusia han descubierto un nuevo asteroide, el 2022 SE37, que se acerca a la Tierra.
El diámetro del asteroide, que los dos observatorios rastrearon el 1 de octubre, es de medio kilómetro, y gira alrededor del Sol en una órbita alargada con un periodo de 3,44 años, confirmó el Instituto Keldysh de Matemáticas Aplicadas de la Academia de Ciencias de Rusia en su canal de Telegram.
El instituto aclaró que en un futuro previsible el asteroide no supone un peligro para la Tierra. La publicación también va acompañada de imágenes del asteroide, que fueron tomadas por un telescopio de la localidad de Kochevanchik y un telescopio de la Universidad Estatal de Kuban.
La detección del nuevo asteroide se produce cuando la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de EE.UU. acaba de publicar imágenes de una misión experimental de colisión de su nave DART (Double Asteroid Redirection Test) con un asteroide.
Las imágenes, captadas por el Telescopio Espacial Hubble y su sucesor, el Telescopio Espacial James Webb, mostraban la llamarada después de que la nave colisionara a gran velocidad con el asteroide Dimorphos, que orbita alrededor de la roca mayor Didymos, el 26 de septiembre.
La misión DART fue diseñada para probar la viabilidad de desviar un gran asteroide o cometa que estuviera en curso de colisión con la Tierra. El último experimento fue aclamado por la agencia espacial estadounidense por permitir a los científicos adquirir conocimientos sobre cómo estos impactos cinéticos pueden alterar la órbita de un asteroide.
Aunque la mayoría de los objetos cercanos a la Tierra tienen órbitas que no los acercan demasiado a la Tierra, un pequeño número de ellos , de más de 140 metros y con órbitas que los acercan a menos de 7,5 millones de kilómetros de la órbita de la Tierra alrededor del Sol- se consideran potencialmente peligrosos. Los asteroides y cometas con órbitas que los sitúan a menos de 48,3 millones de kilómetros de la Tierra se denominan objetos cercanos a la Tierra (NEO). En consecuencia, la NASA y otras organizaciones espaciales de todo el mundo mantienen una misión para identificar las amenazas de los objetos cercanos a la Tierra que podrían causar daños significativos.
