Los turistas se vieron obligados a correr para salvar sus vidas cuando una feroz tromba de agua tocó tierra en una playa.
La zona de Ayia Napa fue azotada por la espiral de la tromba, que hizo volar muebles y otros escombros.
Comenzó como una larga columna que llegaba por encima del agua de la costa, pero no tardó en tomar impulso, provocando un torbellino mayor.
Su velocidad se intensificó a medida que se hacía más rápido y ancho.
El espectacular viento giratorio se dirigió hacia la playa, donde los muebles se elevaron en el aire.
Tras combinarse con el agua del mar y la arena, hizo que los turistas huyeran de la zona.
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